Joan Olona

Entrevistamos a Joan Olona arquitecto doctor en rehabilitación con una larga trayectoria profesional y docente y que en estos últimos años ha sido el encargado de realizar los trabajos de restauración de la emblemática Casa Batlló de Antoni Gaudí.

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"El mayor reto es preservar el valor de la arquitectura patrimonial. Un edificio histórico es aquel al cual otorgamos una serie de valores: como documento de una materialidad antigua, como herencia significativa de una cultura histórico-constructiva propia e instrumental y como edificio vinculado a un uso pretérito y futuro"

- Su larga trayectoria académica como Doctor en rehabilitación y su amplia labor profesional le ha permitido trabajar en todas las etapas temporales de la arquitectura. ¿Cuál es el momento que más le fascina del proceso constructivo de un edificio?

 

La primera fase inicial de la redacción de un proyecto, cuando uno empieza a adquirir conocimientos sobre el edificio y realiza una aproximación metodológica a este. Todo ello conlleva unos estudios previos, tanto documentales como históricos, que aportan datos determinantes para identificar los valores propios del edificio y permiten adoptar los primeros criterios para la intervención. Y la última fase de obra, en la que los descubrimientos sobre la realidad teorizada durante la fase de proyecto se anteponen a su estado actual real. Desde mi punto de vista profesional, este supone uno de los retos más interesantes de todo este proceso.

 

- Junto a un gran equipo de historiadores y restauradores usted se ha encargado de rehabilitar la casa Batlló. ¿Cómo se planteó el reto de trabajar en uno de los proyectos más relevantes para la ciudad de Barcelona?

 

Las obras de Antoni Gaudí son una constante fuente de sorpresa por las técnicas constructivas, las distribuciones y los materiales empleados. Las soluciones que eligió son un indicador de su enorme creatividad e ingenio, esta es una de las razones por lo que la UNESCO tomó la decisión de declarar siete de sus obras Patrimonio de la Humanidad.

El Plan director de obras de la Casa Batlló, aprobado en 2014, establecía como línea base que su restauración asegurase la preservación de las decisiones arquitectónicas originales por parte del arquitecto; no limitarse a una intervención puramente práctica. Se debía intentar reconstruir en el contexto crítico su autenticidad arquitectónica con la dificultad añadida de que la Casa Batlló era el resultado del trabajo de Gaudí sobre un edificio preexistente. Para nosotros era un reto aún más complejo porque a la hora de hacer la restauración debíamos preservar las intervenciones del arquitecto y discriminarlas de las modificaciones posteriores sin llegar al estrato inicial del edificio.


- Un proyecto de restauración como este requería de un análisis y estudio previos muy minuciosos. ¿Cuáles fueron los descubrimientos más sorprendentes durante este proceso?

 

Hemos descubierto que el revestimiento original escondido bajo múltiples capas de pintura consistía en un estuco de cal de distintas tonalidades. Los artesanos habían empleado una técnica en forma de “trencadís” con la que trazaron unas incisiones que luego se rellenaron con un mortero de cal y se terminaban con ceras. Los diferentes expertos que han analizado esta técnica consideran que es increíble por distintos motivos: primero porque implica trabajar con el mismo m² de pared y techo hasta 6 veces y, segundo, por la calidad del acabado, distribución multitonal y los cambios de colores del estuco que confieren una definición nunca antes documentada.

Además, también hemos recuperado los morteros originales en la fachada principal. Se pudieron recuperar la base de fijación del “trencadís” de cristal, los rejuntados de los sillares de piedra, los colores de las carpinterías, los vitrales de la tribuna y los acabados de un conjunto de chimeneas que habían sido modificados en los años 90 del siglo pasado.

 

- La memoria arquitectónica es aquella que queda en las paredes, el mobiliario y en todos esos detalles que construyen los espacios interiores. ¿Cuáles han sido las intervenciones más difíciles para devolver la historia a este proyecto de Gaudí?

 

A mediados del siglo XX, el edificio se convierte en sede de la compañía de Seguros Iberia y transforma notablemente muchas zonas del edificio, pero sin rigor histórico. Estas alteraciones habrían minimizado el valor de la obra de Gaudí pero por suerte la asociación Amics de Gaudí, creada en 1950, realizó previamente una serie de planos documentales que detallaban perfectamente los trabajos del arquitecto.

Asimismo, una entrevista realizada a Josep Bayó en el año 1970, quien fue el constructor de Casa Batlló, fue de gran relevancia para poder distinguir las intervenciones del trabajo original de Gaudí. El análisis de estos documentos, actualmente conservados en unos audios en la Cátedra Gaudí de la UPC y también publicados en un libro, ha permitido ir eliminando las enormes y complejas alteraciones que había sufrido el edificio, así como recuperar elementos desaparecidos como puertas, lámparas y todos los arrimaderos de la misma planta noble.


- Participaste en el viaje organizado por Hager, junto a otros arquitectos e interioristas, para visitar el nuevo museo Bauhaus diseñado por Addenda. Durante este encuentro, ¿cuáles fueron las discusiones más interesantes?

 

La discusión sobre el valor de la arquitectura es constante en estos foros de debate. Los participantes del viaje debatimos sobre diferentes aspectos comunes en nuestro trabajo: la innovación, la eficiencia energética, el diseño, la participación ciudadana… Tanto la visita al nuevo Museo de la Bauhaus de Addenda como al edificio histórico de Dessau confirmaron que estos debates han sido recurrentes a lo largo de la historia de la arquitectura.

 

- Los diseños de Hager siempre han apostado por la innovación, pero también por la recuperación de diseños históricos como los de la serie Berker. ¿Ha tenido ocasión de utilizar alguno de sus productos en alguno de sus proyectos de restauración?

 

Recientemente en un proyecto de remodelación para una vivienda catalogada en el registro DO.CO.MO.MO. La restauración arquitectónica perseguía devolver su materialidad original con la recuperación de muchos de los materiales que habían prevalecido y demostrado ser útiles para el mantenimiento del edificio. Todo este conocimiento acumulado sobre los diferentes materiales que se habían utilizado históricamente es importante para entender la dimensión moderna que alguna vez tuvieron, de la misma forma que la recuperación de diseños históricos de mecanismos dio respuesta a la materialidad de la arquitectura del Movimiento Moderno.

 

- Actualmente es coordinador del máster de rehabilitación en la escuela de arquitectura de La Salle ETSALS. Cómo docente e investigador, ¿qué retos nos plantea la restauración de edificios históricos en el futuro?

 

Sin duda, el mayor reto es preservar el valor de la arquitectura patrimonial. Un edificio histórico es aquel al cual otorgamos una serie de valores: como documento de una materialidad antigua, como herencia significativa de una cultura histórico-constructiva propia e instrumental y como edificio vinculado a un uso pretérito y futuro.

Estos valores son colectivos y su preservación no debe vincularse a un hecho anacrónico si no totalmente moderno. La Universidad sirve como motivación constante para preservar el legado de este patrimonio arquitectónico a las generaciones futuras.