Marisa
Gallo

De espíritu inquieto y emprendedor, se sintió atraído desde muy joven por el interiorismo y la decoración. Muy conocido por sus apariciones en televisión, en sus proyectos utilizar habitualmente las soluciones eléctricas de Hager.
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“En un hogar no puede faltar la coherencia entre la persona y la casa”

 

¿Siempre quisiste ser interiorista?

 

Sí, es una pro­fe­sión muy vo­ca­cio­nal y des­de muy pe­que­ña te­nía cla­ro que que­ría de­di­car­me al in­terio­ris­mo.

 

¿Qué diferencia tu estudio de otros?

 

Yo creo que cada es­tu­dio se di­fe­ren­cia del res­to por su pro­pio es­ti­lo.

 

¿Por qué crees que se reconocen tus proyectos?

 

Yo di­ría que por la so­brie­dad y el equi­li­brio. Por ser ca­pa­ces de crear un es­ti­lo pro­pio que se re­fle­ja en cada pro­yec­to y que con­si­gue que la gen­te te iden­ti­fi­que del res­to.

 

¿Cómo encajan la estética y la funcionalidad?

 

Siem­pre bus­ca­mos el equi­li­brio en­tre am­bas ca­rac­te­rís­ti­cas te­nien­do muy pre­sen­te no per­der nun­ca la es­té­ti­ca del con­jun­to. Algo que, a ve­ces, no re­sul­ta nada fá­cil…

 

¿Qué dirías que supone, para un interiorista, trabajar con una marca referente en instalaciones eléctricas como Hager?

 

De­fi­nién­do­lo en solo tres pa­la­bras: di­se­ño, ca­li­dad y fun­cio­na­li­dad.

 

¿Cuál es tu serie de Hager preferida y debido a qué?

 

La se­rie que más me gus­ta es la Se­rie 1930, ¡me en­can­ta! En mis pro­yec­tos sue­lo re­cu­rrir a la se­rie ber­ker K.1 por sus lí­neas pu­ras y, tam­bién, a la ber­ker R.3, que se di­fe­ren­cia por su for­ma re­don­da y que se in­te­gra­per­fec­ta­men­te con el res­to.

 

¿Qué aporta la domótica en tu showroom?

 

So­bre todo, co­mo­di­dad y fun­cio­na­li­dad.

 

Sois un estudio multidisciplinar y dais una respuesta integral a las necesidades del cliente. En estos casos, ¿arquitectura e interiorismo son vasos comunicantes imprescindibles?

 

Sí, en nues­tro equi­po con­ta­mos con dos ar­qui­tec­tas que nos re­suel­ven mu­chas du­das cons­truc­ti­vas. Creo que los pro­yec­tos se desa­rro­llan mu­cho me­jor y con­si­guen un re­sul­ta­do fi­nal su­pe­rior si cuen­tan con la co­la­bo­ra­ción deam­bas par­tes.

 

Trabajas también en Latinoamérica. ¿El método de trabajo para los proyectos de allí difiere mucho del que se sigue aquí?

 

Los pro­yec­tos que rea­li­za­mos en La­ti­noa­mé­ri­ca los desa­rro­lla­mos ín­te­gra­men­te en Es­pa­ña y en­via­mos la mer­can­cía des­de aquí. Todo el pro­ce­so re­sul­ta algo más com­ple­jo ya que la dis­tan­cia pue­de ser en al­gún mo­men­to unin­con­ve­nien­te, pero se­gui­mos la mis­ma me­to­do­lo­gía que con el res­to, po­nien­do es­pe­cial én­fa­sis en que todo sea muy pre­ci­so para que nada fa­lle.

 

¿Cómo llegáis a saber exactamente qué busca un cliente, para ser luego capaces de plasmarlo?

 

En nues­tra pro­fe­sión hay que te­ner mu­cha psi­co­lo­gía para po­der cap­tar las ne­ce­si­da­des y gus­tos del clien­te. Es es­pe­cial­men­te im­por­tan­te man­te­ner una reunión ini­cial para em­pe­zar a desa­rro­llar el pro­yec­to. Ahí está la cla­ve de­lé­xi­to.

 

¿Con qué tipo de proyecto disfrutas más, comercial o residencial?

 

Re­sul­ta di­fí­cil res­pon­der a esta pre­gun­ta. Dis­fru­to mu­cho con am­bos ti­pos de pro­yec­to pero, tal vez, el re­si­den­cial es más per­so­nal y eso hace que te in­vo­lu­cres algo más. Aun­que los pro­yec­tos co­mer­cia­les te per­mi­ten ser más­crea­ti­vo y lle­gan a más per­so­nas, por lo que son tam­bién muy es­pe­cia­les.

 

¿Qué tal tu experiencia como presentadora de Decoración fácil?

 

Se tra­ta de una ex­pe­rien­cia más. La ver­dad es que el mun­do de la te­le­vi­sión no es real. Lo que se bus­ca en los pro­gra­mas es la au­dien­cia y a ve­ces pue­den dar una ima­gen dis­tin­ta a la tuya real. Pero en de­fi­ni­ti­va es­to­ya­gra­de­ci­da, me sor­pren­de a día de hoy que me re­co­noz­can y me fe­li­ci­ten por los pro­gra­mas.

 

¿Qué no puede faltar en un hogar? 

 

La cohe­ren­cia en­tre la per­so­na y la casa. De­ta­lles que la per­so­na­li­cen. Luz. Ar­mo­nía. Equi­li­brio.