Entrevistamos a Albert Blanch
Socio fundador de BCA Arquitectura, uno de los estudios de arquitectura más relevantes de Barcelona. El estudio es autor de muchos edificios que definen hoy el urbanismo de la ciudad como la remodelación del edificio Estel de Francesc Mitjans, la Terminal C del Aeropuerto de Barcelona o diversos edificios en el 22@.
"Nuestros proyectos refuerzan la idea de que toda energía no desaparece, se transforma. Hay muchas ganas de transformar. El mejor proyecto es el que está por venir ya que admite mejoras de edificios pasados, los construidos allí están con sus aciertos y sus errores."
- La trayectoria profesional de un arquitecto se define por su capacidad en transformar ideas, ambiciones y retos en edificios. Al estar al frente del despacho BCA Arquitectura (juntamente con Merche Conca, Oriol Roger y Jordi Areu) ha sido responsable de la construcción de importantes proyectos en nuestra ciudad. ¿Cómo ha sido el recorrido personal y profesional que le ha llevado hasta su posición actual?
Aprender siempre, trabajar duro y disfrutar mucho. Rodearme de un excelente equipo profesional y aceptar los retos sin dudar demasiado. La duda en dosis altas frena, el movimiento siempre ayuda y la suerte remata el final.
- BCA se presenta como un despacho de arquitectos muy identificado con Barcelona. ¿Cuál ha sido su relación con la ciudad y cuáles cree que han sido los cambios más importantes que ha sufrido su urbanismo en los últimos años?
Barcelona es una ciudad en ebullición permanente. Su urbanismo destaca por un dinamismo histórico, aunque estos últimos años haya decisiones políticas que la hayan encorsetado en cierta medida. Sus consecuencias trascenderán mucho más de lo que pensamos. Como ciudad, somos lo que somos y sabemos lo que sabemos. Barcelona ofrece unas cosas y no otras y allí estamos. Cambiar no es malo, al contrario, pero a veces el cambio no se analiza desde todos los puntos de vista. Hoy construimos hoteles en lugares cuestionables, aunque los turistas sigan yendo a visitar la iglesia de Sagrada Familia y paseen incesantemente por las Ramblas. ¿Es esto lo que se pretendía?
- Su papel en el desarrollo del distrito 22@ en Poblenou ha sido de especial relevancia con la construcción de un gran número de edificios de oficinas, la recuperación y transformación de algunos de sus antiguos recintos industriales en oficinas o viviendas y algún equipamiento. ¿Nos podría explicar alguno de los proyectos de los que se sienta especialmente orgulloso y satisfecho?
De todos y de ninguno a la vez. Siempre he pensado que el mejor proyecto es el que está por venir ya que admite todas las mejoras de edificios pasados. Los construidos, allí están, con sus aciertos y sus errores. Es por esta razón que prefiero referirme al conjunto de nuestra obra construida y evitar concretar.
- La arquitectura permite trabajar en muchas escalas; desde edificios de oficinas flexibles y amplias a viviendas unifamiliares dónde cada detalle define la calidad de sus espacios. En este sentido, Hager se caracteriza por aportar soluciones que permiten adaptarse a muchas tipologías de edificios distintas. ¿Ha tenido ocasión de utilizar alguno de sus productos en sus proyectos de interiorismo?
Desde hace años que utilizo cuadros y aparellaje eléctrico de Hager en muchos de mis proyectos. Son una parte fundamental del conjunto de instalaciones necesarias.
Hager organizó un viaje para visitar el nuevo museo Bauhaus en Dessau en la que usted fue partícipe junto a otros arquitectos e interioristas. ¿Cómo fue la experiencia y cuáles fueron los temas de discusión más relevantes entre los asistentes?
Uno de los temas más recurrentes era la admiración y respeto que todos sentíamos por la calidad de la arquitectura y los arquitectos de esa época y, sobre todo, ¡lo mucho que les debemos!
Una de las claves del éxito de un proyecto está en la buena relación con el cliente, entender sus necesidades y encajarlas con el estilo del arquitecto. ¿Cómo entiende el papel del cliente en el proceso creativo que le lleva hasta la definición final de un proyecto?
El cliente es lo más importante de un proyecto. Sin un buen cliente es imposible realizar un buen proyecto. Otra cosa sería definir lo que significa ser un buen cliente, pero esto nos llevaría demasiado tiempo.
Estos últimos años hemos sufrido muchos cambios en el sector de la construcción que nos han llevado hasta una situación actual en el que se valora mucho la dimensión local y sostenible de la disciplina arquitectónica. ¿Nos podría contar cuáles son los últimos proyectos en los que está trabajando y cómo se presenta el futuro para su despacho y práctica?
Pasaría un poco como en el caso de las cerezas. Nos gusta comerlas en temporada, ¿pero también queremos comerlas en diciembre a 18€/kg, aunque procedan del otro lado del Atlántico? El sentido común debería guiarnos más en este tipo de ocasiones. Evidentemente todo es más complejo que este caso, pero debemos estar de acuerdo que la sostenibilidad se aplica practicándola y no solamente hablando de ella. Así que sería bueno que cada uno analizase individualmente cuantas veces al día actúa de manera “sostenible” o no, nos sorprenderíamos. Ahora mismo estamos trabajando en varios edificios de oficinas, vivienda y equipamientos, pero al hilo de la pregunta, destacaría tres proyectos en los que se transforma y rehabilita (estrategia que va en aumento por motivos obvios): el edificio de Avenida Diagonal 471 (antiguo Corte Inglés), el edificio Estel de Avenida Roma (antiguas oficinas de Telefónica) y la fábrica Braun en Esplugues de Llobregat. Todos ellos refuerzan la idea de que toda energía no desaparece, se transforma. Hay muchas ganas de transformar y allí estamos, optimistas y positivos de cara al futuro.